Esta calle no huele a pescaíto frito, ni hay farorillos colgados de fachada a fachada , tampoco aparecen mujeres con batas de lunares y hombres con traje de montar, algo que haría salivar a los fans del surrealismo fílmico de José Luis Cuerda.
Aún así, muchos vecinos del poblado dirigido conocen a esta calle del barrio como la calle andaluza. Seguramente será por el frescor que aportan los jardines cuidados por los moradores de esta estrecha calle.
Como nosotros somos muy seguidores de la película de culto de Cuerda " Amanece que no es poco", os recomendamos primero una escalada por el rocódromo situado en la calle perpendicular para llegar sudaditos y experimentar esa sensación de alivio andaluza cuando se pasa de una zona al lorenzo a otra a la sombra.